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ROBERT LEÓN HELMAN

CIERRA LOS OJOS (COLECCIÓN DE POESIAS)

PREFACIO

 Estas poesías surgieron durante el año 2003, tiempo en el cual iba quedando atrás los vientos errantes de la primera juventud, vientos que llevaban las hojas secas de los sueños y de la mística. Los nuevos horizontes que se habrían hablaban de caminos más claros sin dejar de ser trájicos, de pasos más seguros aun medio del reinado de la incertidumbre, pero sin dejar de revelar en cada paraje que el destino se manifiesta con la sencillez de los juegos de la infancia.

 

1. SUBLIMES PASOS

Son sublimes pasos hacia la escoria,

Son la unión de contrarios que se abrazan,

conjugando a la naturaleza sabia,

¡Ah! La vida!

hondo nos sumerge hacia arriba.

 

Comentarios:

Para San Agustín, las Ideas se encuentran en la mente divina, es decir, en ella se encuentran los modelos o arquetipos de los objetos particulares que se revelan a los sentidos, por supuesto, incluidas entre estos al hombre. La escoria tiene que ver con ese proceso de interiorización que pregona San Agustín, en donde uno se va encontrando con lo más impuro de uno mismo, y que es necesario conocer y reencausar, de un modo tal que dejen el campo abierto para que el alma quede pre-dispuesta para recibir la iluminación, el supremo regalo de la divinidad. La iluminación une al hombre con las Ideas, el pensamiento de Dios, en donde los contrarios se articulan como en un bello contrapunto musical, lejos de las relaciones conflictivas del mundo de los sentidos.

 La “Vida”, es ciertamente un término propio del romanticismo y de la filosofía contemporánea antes que de San Agustín, pero que no nos impide ver aquel hilo maravilloso que une a todas las expresiones de la filosofía perenne. Así, a la vida profunda, como al pensamiento de Dios, se llega a través de la magia de la intuición, la llave sagrada que nos hermana con el mundo.

 

2. ENTRE SILENCIOS Y GRITOS DE ASOMBRO

Entre silencios y gritos de asombro,

un hombre se acerca a lo incierto,

crea un lenguaje y se salva del momento,

entre silencios y gritos de asombro.

 

Comentarios:

El bucle o ciclo entre el conocer-actuar, o si se quiere entre el computar-actuar (entendiendo el computar como el tratamiento de símbolos), puede llegar a un “punto cero” en el cual el cerebro-espíritu se conmueve, y ocurre en ese momento el acto de creación, el desborde de la creatividad, luego de la nada, de la situación límite, de la aparente quietud del computar.

 

3. EL VIENTO

El viento es extraño,

sus versos son los míos,

sus susurros yo los canto,

sus latidos me mantienen vivo.

¡Ah! La tragedia gozosa

que inunda mi espíritu,

se expande en el mundo,

y abraza a todo con lágrimas y risas.

 

4. CALLES

Hablan las calles, repiten sus cantos estridentes, de motores y voces de gentes. ¡Ah!

Estas calles de afanes y luchas, de romances y alegrías, de borracheras y luto…

Entre estas calles camino, como por una metáfora de la nada y la incertidumbre, que conviven con el mundo cotidiano del sueño y la tontería…

Ahora sabemos del monte inocente, porque existe la ciudad ufana; ahora sabemos de un misterio, porque existe la estructura, de la razón soberana.

 

5. SUSPIRO

El viento se abraza al pensamiento,

y surca las fronteras infinitas de la vida.

¡Ah! El tiempo y la nostalgia…

que desaparecen ante el suspiro aniquilante.

¿Será? ¿Será? Pregunta el hombre incrédulo,

antes de esfumarse en la nada maravillosa.

 

6. SILENCIOS

Silencios llenos de sones de fantasía,

de símbolos que danzan en los contrarios,

dados lanzados en los abismos,

vida que se renueva en la muerte.

 

7. SE PASEA EL SILENCIO

Se pasea el silencio por las paredes humedecidas y por los viejos muebles, por los rostros cansados por el trabajo, y por el lento paso del viento entre las paredes.

Se pasa el silencio, sin mensajes, sin palabras, aunque revela el eterno afán del mundo, y sus constantes gritos de guerra.

 

8. VIOLINES

Violines gimientes,

recorren el alma como un viento errante,

van por caminos desiertos,

desatan con su paso los secretos.

 

9. PALABRAS Y MUERTE

Quien empuña la pluma, empuña la vida.

Quien besa las palabras, besa la muerte.

 

10. UN PUEBLO

Un pueblo habla en sus calles ausentes,

en sus silencios de Luna,

y en los ojos de su gente que espera...

Un pueblo es semilla,

de símbolo que crece y que crea,

que desborda en acciones y cantos...

Un pueblo muere en sus poetas,

en ramajes de flores y espinas.

 

11. SUEÑA

Sueña hombre, con tus lágrimas...

lágrimas que riegan el suelo entristecido.

Sueña hombre, con tus lágrimas...

ama el mundo florecido.

 

12. CIERRA LOS OJOS

Cierra los ojos y deja que el mundo se mueva,

que el mundo se afane en tus entrañas,

que fluya como un mar infinito de energía

que se repliega y expande...

Cierra los ojos y deja que el mundo sea lo que es, la danza inefable de los contrarios que se aman y se odian.

Deja hermano...

Deja de ser tú, para encontrar en lo otro el auténtico “tú”,

El silencio que sabe.

Cierra los ojos...

Y verás.

 

13. DESPIERTA

Despierta, una y otra vez, despierta,

Deja que el silencio llene el alboroto del mundo,

Deja que todo se renueve en la armonía del caos,

Deja que abismo ría en la estructura,

Despierta, una y otra vez, despierta.

 

14. NADA DE QUE ASIRSE

Todo se mueve tan rápido en este suspiro del mundo,

Tan rápido que en su agitación destruye todo,

Y no queda nada...

Nada de que asirse, nada con que salvarse.

Y tenue el viento, repite la melodía de siempre...

Como un susurro...

Casi un silencio...

Despierta.

 

15. NO ES NADA Y SE OLVIDA

Vaga silenciosa,

sin tiempo y sin rumbo,

sin madre y sin patria,

sin arma ni concepto,

no pide, ni toma,

no saca, no escupe,

no grita, ni llora,

no es hombre, ni bestia,

ni planta ni roca,

no es nada...

y se olvida...

no es nada...

y se olvida...

la muerte y la vida.

 

16. MIRA

Mira una roca, eres tú,

Mira a un árbol, eres tú,

Mira a un hombre, eres tú,

Mírate a ti mismo, eres tú.

 

17. UNA SILLA SOLITARIA

Una silla solitaria frente a una ventana,

Alguien mira...

Árboles, viento, casas, gato...

Una silla solitaria,

Y ya nadie mira.

 

18. VIEJO COCOTERO

Viejo cocotero, amigo mío,

Cuantas veces nos hablamos,

Cuantas lunas vigilamos,

¡Oh! Amigo cocotero.

 

19. MUERE ALMA MIA

Muere alma mía en este ocaso,

Parte con  los rayos del sol al horizonte,

Muere en la visión distante,

Muere tranquila, pasa,

el crepúsculo me abraza.

 

20. JULIO QUE MUERE DESPACIO

El cielo nublado, triste, medita al invierno,

es inconmovible en su presencia, lejano y silencioso.

Los limoneros están como ausentes,

no tienen frutos, y sus flores no hablan.

Y los cocoteros, en todas partes,

conmovidos por un lóbrego viento...

Y un asombro, y un suspiro...

y Julio que muere despacio.

Trágica canción invernal.

 

21. IMÁGENES SIN TIEMPO

Imágenes sin tiempo,

recrean la idea inefable

que danza en el mar de los contrarios,

rehaciendo los tejidos de lo existente.

El mundo solo es música

de un espíritu ausente,

que sabe cuando levantar vuelo hacia la vida,

y cuando hundirse en el lúgubre barro de la muerte.

¡Ah! Este silencio gris que todo lo llena

con su trágico son de afán eterno...

¡Ah! Bella melodía esencial,

deja que muera en tu silencio,

en un tenue suspiro que ya nadie advierta...

Deja al final,

que las palabras callen,

por los caminos de tu ausencia.

 

22. NOCHE

Lleno esta este silencio de los ruidos de la noche,

y no trae consigo ese afán infecundo,

de esta ciudad que ahora duerme,

cuando despierta en sus rugidos de guerra,

y hecha a andar la eterna maquinaria del deseo.

Es una lóbrega noche,

que danza con el viento que sube del río,

noche sin velos que lleva su gozo y su pena...

noche diáfana que llama a la aurora,

noche que muere,

va...

Silenciosa y sabia.

 

23. VOLUNTAD

Los libros llenan los estantes,

Y tu figura mi pensamiento errante,

¡Ah! Matinal despertar de la voluntad conmovida...

Que empuja al mundo hacia su triple destino

De nacer, permanecer, y morir.

Esta voluntad que llega a este tiempo

Desde siempre...

Ahora repite el cantar sediento

De su trágica e imposible insatisfacción.

Viejo mundo que nunca muere,

Anciano de eterna queja.

 

24. CUARTO DE REFLEXIÓN

Esta vieja lámpara se ha deshecho, y esta habitación que siempre fue sombría, ahora agoniza en la tarde que muere.

Llega la noche y no existe la luz,

¡Oh! Hermano Prometeo.

 

25. VOLUNTAD

Mundo de representación,

que se esparce ufano,

llevando lágrimas y risas

por la senda del afán.

Tenue rocío baña el pastizal,

los gallos claman al cielo,

y el labriego pynandí

camina hacia el chacral.

Suena, punzante despertador,

y eleva su látigo al burgués,

ahora parado hacia el volátil billete

que aletea rumbo al sepulcro.

Y mientras, un infante riendo en su inocencia,

serio jugando su juego,

construyendo la imagen perdida,

en los ojos ciegos de sus padres.

Voluntad latiendo en el mundo.

 

26. HABLA EL VIENTO

Habla el viento en la noche,

y diluye sus palabras

entre los versos errantes...

El tiempo agoniza y muere,

y consume la realidad en la nada,

de la que otra vez brotan sin causa...

¡Ah! Bambúes crujientes,

ante el viento que pasa sin rumbo

y se pierde...

 

27. VIENTO

Viento que pasa sin rumbo,

no espera una tregua,

empuña una lanza y golpea,

fino y seco,

contra la arena y la hierba...

Lejano susurro penetra errabundo,

y lleva la pena en un triste preludio,

que hunde profundo su filo,

en la pútrida herida del mundo.

 

28. A NINGUNA PARTE

A ninguna parte…

A ninguna parte va este suspiro nocturno,

Que se esfuma con el viento que traspasa la ventana,

A ninguna parte proclama,

No transforma el mundo,

Ni se afana.

 

29. SILENCIOSA MADRUGADA

Hablando con la silenciosa madrugada,

perdi el sueño al final,

entre libros y una guitarra ausente...

Pero ya el sueño bailotea entre las palabras,

enhebrando el cansancio del cuerpo,

rendido ante la voluntad.

 

30. VIENTOS, PALABRAS

Murmurante viento entre las hojas,

conmueve a los silencios campesinos…

Oscuras nubes pasan en hileras,

dirigiéndose a ninguna parte.

Y estas palabras errantes,

que buscan emanciparse,

y ser naturaleza.

 

31. COCOTERO

Bailotean tus largas hojas con el viento,

Pero tu fuerte tronco se resiste a todo,

Impasible observas…

Y acoges generoso,

Mis palabras errantes.

 

32. FRAGANTE NOCHE

Fragante noche esparcida en una inefable tristeza…

Y es que este tiempo sin tiempo se sumerge en las entrañas del mundo,

Arrojando en los ausentes versos la mísera realidad de los afanes.

¿No será que hoy se muestra la llave del misterio?

¿O solo es el canto enlutado que iluso creyó haber nacido?

 

33.

Tenue silencio,

roto por los murmullos lejanos

que llegan como melodías de la nada…

Tal vez un hombre sensible lo comprenda,

que cargue este infinito en su alma,

y que camine decidido por las fronteras peligrosas del abismo,

hasta morir con sus miedos…

devorado por el místico fuego.

 

34.

¿Existe? ¿no existe?

¿Ser? ¿no ser?

Palabras!

Canciones!

Silencios.

 

35.

Súbito rumor…

Recorriendo las calles silenciosas.

Habla un silencio de la nada del mundo,

Y se esfuma sin rastros…

Sin historia…

Sin tiempo…

 

36.

Es el mundo la magia

Que ha estructurado el cosmos,

En una danza dialéctica

Que respira a los contrarios.

 

37.

Figuras que pasan y se disuelven sin memoria…

Son el sueño de la vida que se esfuma en un suspiro…

Ayer la historia quiso hacerse historia…

Más hoy ha muerto el mito,

Y el lúgubre viento de un abismo

Respira en el silencio.

 

38.

Dios vive en cada latido del mundo,

En cada silencio que brota de los afanes enloquecidos.

Dios se conmueve con la tristeza,

Con las lágrimas que bañan al mundo enlutado.

Dios recorre los alegres parques,

Entre los niños y sus madres.

Dios se acerca en todas partes,

Pero se cubre con infinitas máscaras,

Pues el Dios desvelado destruye nuestros ídolos

Y nos deja sin nada…

¿Podría alguien aguantarlo?

Solo aquel vigilante que paciente espere,

Hasta que llegue Dios en un suspiro,

Y remueva nuestros míseros afanes…

Vendrá Dios y ya nada seremos…

Vendrá Dios y todo habrá terminado…

Y vendrá Dios, a Dios.

 

39.

¿Te escondes?

Ah! Misterio que llenas la miseria,

Toma este anhelo ufano,

Y vuelve a la fuente,

Nada habrá pasado. 

 

40.

Noche silenciosa,

Que se expande en un mensaje sin tiempo,

En la voz del misterio

Que se oculta tras la penumbra

Y las lejanas estrellas.

 

41.

La noche medita en su silencio,

Cocinando en la tierra dormida

Los jugos de la vida,

Que estallaran con los

Primeros rayos de plenitud.

Canta la noche,

Con la luna y las estrellas,

A los oídos atentos del vigilante,

Que escudriña sus palabras

Y sus cantos…

 

42.

Hombre…

Tú que te afanas en el mundo,

Vuelve a la naturaleza;

Tú que peleas con el tiempo

Y asaltas fortalezas,

Vuelve a la naturaleza;

Tú que gritas tus miserias

Y que lloras tus falencias,

Vuelve a la naturaleza;

Vuelve a la inocencia de los bosques,

Al fluir de los arroyos,

Al susurro del viento…

Hombre…

Hermano…

Vuelve a la naturaleza.

 

43.

Brotan las flores de las ramas de los árboles, y saludan al caminante sumergido en el bosque; hasta que llega que llega la primavera y ellas se despiden bendiciendo de la vida… muriendo con el viento que las arranca y las devuelve a la tierra, madre y señora de sus raíces.

 

44.

Esperar el tiempo sin tiempo,

Que nunca se asoma al mundo,

Porque el mundo es la condición de la espera…

Porque el mundo engendra al deseo,

Desde todas las fronteras infinitas…

Porque el abismo muestra el abismo al loco,

Y el loco decide,

Perder la vida,

Perder la cordura,

Perder el yo,

Perder a todo…

En la nada maravillosa.

 

45.

Tenue suspiro entre las hojas,

Lleva los eternos afanes sin final,

Y en cada paso de su lento andar,

Los funde en el pulso natural.

Caminar por los abismos,

Siempre caminar,

Ciudades y parques,

Ríos y bosques,

Llegadas y adioses,

Morir y germinar…

 

46.

¿Quién mira?

¿Quién calla?

¿Quién muere?

¿Quién vive?

 

47.

Habla la ciudad,

y le responde un silencio,

y ahora un susurro

lleva las voces y el silencio,

y encuentra en ninguna parte un resquicio,

donde nunca existió el tiempo.

Habla la ciudad,

y le responde un silencio,

y ahora el diálogo se hace fuente

que alimenta al mundo atrincherado,

encendiendo la riza y el llanto,

mientras un hombre contempla extasiado.

Habla la ciudad,

y le responde un silencio,

con cada latir de la vida

que huye de la nada

y se refugia en el sueño.

Habla la ciudad,

y lejano en la noche,

le responde un silencio. 

 

48.

Habla el viento entre los ramajes de los árboles…

Y esparce los susurros lejanos, que llegan a las tierras del alma.

Ojala pudiera el hombre dormido, saber de aquello que lo llama,

Partiría sin rumbo hacia ninguna parte…

Sin fin ni destino,

Enhebrando el camino.

 

49.

Llora la noche,

La lluvia cae insistente,

Sobre los oscuros tejados de la ciudad,

Y forma con los ladridos lejanos de algunos perros

una rara sinfonía.

Noche triste,

alcanza este susurro alado

que vuela entre sentimientos,

y deja que las lágrimas caigan

por la pena del mundo sumido en contrarios.

Llora la noche,

y mientras llora

trae el cansancio a la pluma,

que ahora descansa sobre la hoja escrita

de sueños y afanes.

 

50.

Tendido en la cruz el cristo,

Hecho de toda pasión y agonía,

Por su sangre marchita y moribunda…

He ahí el gran hombre,

Extendido en el madero como vulgar ladrón,

Como perro acribillado,

Con su miseria de tripas y carne.

 

51.

En un suspiro todo llega a su fin…

Y el barullo del  mundo se hace nada en su esencia.

Y el loco camina sobre el abismo,

Como en la casa que no posee,

Con la seguridad que ya nada quiere.

 

52. Palabras ausentes, que hablan de un tiempo dormido en sus sombras. Silencios llenos de afanes, de luchas eternas que llaman a los hombres de polvo a cargar la esperanza.

 

53.

Traeré al mundo el mundo,

Y el mundo se hará mundo,

En este mundo del mundo.

 

54.

Habla el viento entre los ramajes,

Y reparte su canto lejano,

Entre los caminos de arena

Que van a todas partes.

 

55.

Lóbrega noche,

pasa silenciosa,

consumiendo al tiempo

en su boca abismal.

 

56. CAMINATA

Se mueve el mundo en la mente,

Hilvanando en cada paso el tejido de las cosas.

La faena del día es soleada, polvorienta, lejana y triste,

Como los pasos ausentes a la nada…

 

57.

Una brisa suave traspasa mi pensamiento,

Es tu voz delicada que se expande en mi

Como un murmullo crepuscular,

Que añora la vida, el sueño y la porfía.

Tu tardanza invernal amaneció en primavera,

Y te sentí en mis versos como sol y flores,

Como brisa y manantial…

Como cantar renovado en acordes sin tiempo.

Amor, que linda estas,

Te he visto en mi castillo de ensueño,

Y te llame en susurros,

Para que nadie comprenda que te amo,

Pues el amor se oculta en los versos,

Y florece en tu silencio.

 

58.

Llegaran mis besos a ti,

desde las lejanas cumbres de mis sueños;

tocaran los frutos de tus labios,

y se posarán en tu piel de niña.

Llegaran mis besos a ti,

por los caminos errantes de mis versos,

por la sangre que fluye desde mi alma,

por el latir de mi pecho buscando al tuyo.

Llegarán mis besos a ti,

como un susurro en la noche,

tenue, tibio, fluyente,

como un silencio…

Y un adiós.

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